Después de la manicura: cómo cuidar tus manos en casa

 

Nostálgico después de la manicura. A menudo te miras las uñas de forma inusual, estás de buen humor y tienes un paso ligero. ¿Será siempre así?

No mientamos, es fácil, pero posible. Hoy te contamos cómo hacer manicura y manicura en casa para que disfrutes de su belleza todos los días.

Reglas de conducta con manicura.

Evite el agua caliente durante los primeros días después de la manicura Sant Cugat. No hay baño, bañera ni sauna. Es incluso mejor lavar los platos con agua tibia. El calor puede dañar el esmalte de uñas y las planchas de impresión porque es sensible a los cambios de temperatura y humedad. Antes de lavar los platos o limpiar la habitación, compruebe si lleva guantes de goma. Los productos químicos domésticos generalmente incluyen alcohol, disolventes, acetona y otros productos químicos nocivos.

Por lo tanto, la manicura puede perder su brillo brillante, caerse o caerse. Además, estos productos pueden secar la piel y causar irritación. Esconda la lima de uñas en un lugar invisible y preste atención a la cremallera de la ropa o cualquier cosa que pueda rayar o despegar el esmalte de uñas Sant Cugat. Cuando se hace la manicura, el maestro cubre las uñas con agentes especiales que no permiten que penetre el aire, el agua, etc. Si aparecen arañazos o grietas en las uñas, la humedad, la suciedad o el aceite entrarán inmediatamente. La manicura comenzará a caerse y es posible que desee llorar. Muy importante: Si tienes esmalte en gel, no intentes quitártelo tú mismo, de lo contrario puede dañarte las uñas.

Ama tus cutículas

Asegúrate de cuidar la cutícula y el encaje de las uñas. Además de la estética, esto también puede extender la vida de la manicura y fortalecer las uñas.

Esto requerirá un aceite epidérmico especial. Evitará la sequedad, el agrietamiento e incluso la inflamación. Encuentra los siguientes componentes en la composición:

Aceite de sésamo: hidrata las cutículas y las placas de las uñas.

Manteca de cacao o manteca de karité: Hidrata y calma la piel irritada.

Aloe Vera: Alivia la inflamación.

Aceite de germen de trigo: ralentiza el proceso de envejecimiento, gracias a la alta cantidad de vitamina E.

Aceite de árbol de té: protege contra las infecciones por hongos.

Aceite de almendras o melocotón: suaviza la cutícula, acelera el crecimiento de la uña, previene la descamación y rotura y nutre la piel alrededor de la uña.